Los esfuerzos para combatir las resistencias a los antibióticos no están funcionando. Así lo demuestra el último informe que ha sacado a la luz por el Centro Europeo para la prevención y control de enfermedades (ECDC por sus siglas en inglés).
Los datos son tajantes: entre 2012 y 2015 aumentaron las resistencias a los antibióticos en la mayoría de las bacterias analizadas. Y lo que es más preocupante, también creció la capacidad de los patógenos para hacer frente a los llamados tratamientos de 'última línea', es decir, medicamentos que se indican en pacientes afectados por bacterias resistentes a los fármacos más habituales.
Según el informe, en el caso de la bacteria 'Klebisella pneumoniae', la resistencia a las carbapenemas, uno de los tipos de antibióticos de 'última línea', ha pasado del 6,2% en 2012 al 8,1% en 2015. También se han notificado casos de resistencia combinada a estos medicamentos y a otro de los empleados habitualmente como última opción, la colistina.
"La resistencia a los antibióticos es uno de los asuntos de salud pública más apremiantes de nuestro tiempo. Si no lo atajamos, podemos volver a la era en la que hasta las operaciones médicas más simples no eran posibles, por lo hablar de trasplantes, quimioterapia contra el cáncer o cuidados intensivos", ha señalado en un comunicado Vytenis Andriukaitis, el comisario europeo de Salud y Seguridad Alimentaria.
El informe también señala un aumento de las cepas resistentes de la bacteria 'Escherichia coli', uno de las causas más frecuentes de infecciones del tracto urinario o de la sangre, lo que supone una particular amenaza para la salud pública.
En ese sentido, Andriukaitis ha adelantado que la Comisión Europea lanzará un nuevo plan de acción el próximo año de forma que "continuemos asegurándonos de que la prevención y el control de la resistencia a los antibióticos se fortalezca con un abordaje conjunto".
Al igual que el informe, varias iniciativas para combatir la resistencia a los antibióticos se han lanzado con motivo del Día Europeo del Uso Prudente de los Antibióticos, que se celebra este viernes. Entre las presentadas en nuestro país, destaca la iniciativa de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC), que llevará a cabo un estudio para analizar la demanda de estos fármacos.
El consumo inadecuado de antibióticos es una de las causas que se han ligado al aumento de las resistencias a los antibióticos, junto al uso en ganadería y agricultura o la falta de adherencia al tratamiento, entre otras.
El estudio intentará cuantificar la demanda de antibióticos que se realiza en las farmacias sin prescripción médica, con una prescripción irregular (con un formato distinto al que marca el Real Decreto 1718/2010) o a través de una receta privada. Sólo se tendrán en cuenta las peticiones de los denominados antibióticos del grupo terapéutico J01 (los fármacos orales más comunes, como la amoxicilina).
"Queremos ver la demanda que hace el paciente y con esa información poder poner en marcha estrategias que permitan un mejor uso de los antibióticos y, por tanto, contribuyan a frenar las resistencias bacterianas", apunta Ana Molinero, vicepresidenta de SEFAC y coordinadora del estudio.
La obtención de los datos se realizará en cuatro oleadas repartidas en cuatro semanas al año, "porque la demanda no es igual en diciembre que en julio". La primera se realizará del 21 al 27 de noviembre y contará con la participación de más de 300 farmacéuticos de toda España.
La información previa al estudio no es nada halagüeña, advierte Molinero. "Somos el tercer país de Europa en consumo de antibióticos y sabemos que el porcentaje de automedicación con estos medicamentos es del 6%", señala la especialista.
La iniciativa se enmarca dentro del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos del MInisterio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que está coordinado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. (AEMPS).